Repetimos "Hornear con tus hijos" no "a tus hijos", por si alguien ha leído rápido y se ha asustado!
Si nos olvidamos de las acepciones misteriosas alimentadas por el desconocimiento popular, el mundo de la Alquimia es un gran inspirador slow.
Las horas invertidas, la paciencia, la adiministración del tiempo y los largos procesos de aprendizaje eran imprescindibles para llegar a convertirse en un buen alquimista.
Muchas áreas de la química moderna se las debemos a los alquimistas que rompieron sus votos de secretismo para que hoy disfrutemos de los beneficios de los avances metalúrgicos, médicos y otros campos de la química. (Al-quimia= La-química)
El postulante a alquimista debía pasar por una época de ayuno, meditación y oración antes de poder tocar un sólo artilugio de su maestro, este proceso aseguraba una transformación interior antes de poder transformar nada en el mundo material. Y esto nos parece una metáfora muy aplicable en nuestros objetivos como individuos y como sociedad.
Abrimos esta última semana de febrero con un precioso post de Sara de Mariposa Busca la Felicidad, nuestra incorporación más reciente al equipo.
Nos invita a descubrir la alquimia personal y su reflejo en la cocina: la paciencia, el trabajo, la observación y el resultado incierto cuando experimentamos. Nos habla de cómo la magia del horno, la entrega en el amasado y la valentía en la incorporación de nuevos sabores pueden ser un instrumento de atención unidireccional (minduflness). También nos alienta a invitar a nuestros hijos a participar del proceso, y de paso, echaros unas buenas risas.
Así que pinchad aquí: A Fuego Lento: Alquimia y dejaos seducir por las palabras de Sara, una preciosa mariposa para la que la vida es un cuenquito de instantes.
Tu introducción-reflexión es lo que el chocolate al pan, un valor añadido :-)))) GRACIASSS!! Me encanta !!
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